Foto de familia de los presidentes y secretarios de los Colegios de Médicos de España, que celebraron una asamblea en el Palacio de La Magdalena. / Daniel Pedriza
Para estimular que «siga creciendo el espíritu de la solidaridad y la cooperación», señaló Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, se aprobó la Declaración de La Magdalena en defensa de los derechos humanos y dignidad de las personas en cualquier parte del mundo, así como en la lucha contra el sufrimiento, el dolor y la enfermedad.
En este documento de 18 puntos, los médicos concluyen que en «un mundo en el que se acrecientan las profundas desigualdades sociales y hay millones de personas que mueren por falta de acceso a alimentos, agua potable, atención sanitaria y medicamentos, desarrollar soluciones efectivas y sostenibles que contribuyan a mejorar la salud pasa por el cambio de paradigma de la salud pública a la salud global».
Demandan como «una verdadera prioridad» atajar las ‘enfermedades olvidadas’, «menospreciadas», un «desafío mundial» que «ha de ser abordado desde la cooperación y el voluntariado, pero con inteligencia epidemiológica, financiación, formación, innovación y transferencia». Asimismo, señala que «la realidad de los refugiados, los movimientos migratorios, así como la actitud, muchas veces pasiva, de los Estados y sus responsabilidades a la hora de abordar y dar soluciones a este drama humanitario, pone en cuestión el cumplimiento de los Tratados adoptados por los gobiernos y los acuerdos de los Estados en el marco del Derecho humanitario internacional».
Por ello, exige una «acción inmediata» para evitar o minimizar los conflictos que originan los flujos migratorios y para responder adecuadamente a corto plazo a las necesidades de la población desplazada.
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