Si la mayor amenaza para la sostenibilidad del planeta se origina en los entornos urbanos, desde este ámbito se tienen que buscar soluciones.
Unas mujeres reparan su casa en Pakistán. ONU HÁBITAT
EL PAÍS, Antoni Gutiérrez-Rubí,18 ABR 2017
Los retos medioambientales, y el carácter determinante de algunas de sus consecuencias, ya protagonizan la agenda de las ciudades. Las alarmas están encendidas. El concepto de sostenibilidad, en todas sus dimensiones, será el gran eje del desarrollo urbano que ya se está implementando a todos los niveles.
El desafío es mayúsculo. Tanto la demografía, con una población urbana que crecerá hasta los 6.000 millones en 2050 según estimaciones de Naciones Unidas, como la economía, las grandes ciudades globales convertidas en actores capaces de competir con los Estados, plantean escenarios de extrema complejidad. Cada vez se necesitarán más recursos y se generarán más residuos y externalidades, como por ejemplo la contaminación de los vehículos, que juegan un papel fundamentalen la lucha global contra el cambio climático. Las ciudades saben que no tienen futuro, ni podrán competir, si no son sostenibles en su desarrollo, en su actividad y en su gestión.
A raíz de este cambio en el enfoque ha ganado protagonismo el diseño urbano encaminado a crear espacios sostenibles. Se trata de llevar a cabo acciones como promover la peatonalización para crear ciudades más caminables, repensar la convivencia de las urbes con la naturaleza, reconvertir antiguos barrios industriales en islas sostenibles dentro del ecosistema, o —como señalan algunos urbanistas— imaginar desarrollos urbanos con capacidad para regenerarse.
SEGUIR LEYENDO: