Por Laura Martín.
¿Y si paramos hasta que se acabe la brecha salarial, la precariedad, el acoso sexual, la violencia?
Hasta 24 millones de personas no recibirían atención sanitaria.
Más del 90% de los hogares perderían a la persona que se dedica exclusivamente a mantenerlos.
En la Odisea, Homero reflejó cómo el papel de las mujeres era currar y callar cuando Telémaco, un muchacho apenas entrado en la adolescencia, mandó callar a Penélope, su madre, delante de una multitud alentándola a volver a su casa para ocuparse “de tus labores propias, del telar y de la rueca”, porque “el relato estará al cuidado de los hombres”. Riana Duncan, humorista gráfica, escenificó cómo la voz masculina seguía acallando a la femenina treinta siglos más tarde, esta vez en una reunión de trabajo. “Es una excelente propuesta, señorita Triggs. Quizás alguno de los hombres aquí presentes quiera hacerla”.
Desde hace años las mujeres han trabajado y producido lo mismo que la otra mitad de la población, pero no han recibido ni el mismo sueldo ni la misma estabilidad laboral. “Sin nosotras ni se produce ni se reproduce, sin nosotras se para el mundo” es el lema de la huelga internacional feminista. Para este 8 de marzo, se ha llamado a las mujeres a no trabajar, no cuidar, no estudiar y no consumir con la intención de visibilizar en qué repercute la vida laboral de las mujeres en nuestro país y en el mundo.
Porque, ¿qué pasaría si la mitad femenina del país no trabajase hasta la erradicación de la brecha salarial, los techos de cristal, la precariedad y el acoso laboral? ¿Qué pasaría si las mujeres parasen?
Amas de casa
El 90,34% del trabajo doméstico a tiempo completo –sin referirnos a quienes buscan empleo mientras hacen las tareas domésticas o a quienes ayudan en casa– es desempeñado por mujeres. Desde hace una década, el número de mujeres que hacen el trabajo doméstico sin ser remuneradas ha disminuido, mientras que el de los hombres ha aumentado. Pese a ello, la diferencia es abismal: hay 2.991.700 de personas más de género femenino que del masculino en este ámbito.
Educación
En el curso 2015-2016 (últimos datos proporcionados por el Ministerio de Educación) había 727.137 profesores en España entre régimen General y Especial. En la educación, uno de los pilares fundamentales de la sociedad, la plantilla de trabajadores siempre ha estado integrada mayoritariamente por mujeres y, durante ese curso, el 70,39% de los puestos estaban ocupados por el género femenino.
La media en nuestro país es de 12,7 alumnos por cada profesor según Eurostat y Educación. Si las 511.854 mujeres que ejercen de profesoras dejasen de trabajar, habría más de seis millones y medio de alumnos que no podrían recibir la educación adecuada para su formación.
Hostelería
394.600 trabajadores son los encargados de poner en funcionamiento el servicio de alojamiento en los 28.718 establecimientos turísticos abiertos (entre hoteles, campings, alojamientos rurales y albergues) estimados por el INE en 2017. El 58,03% de estos trabajadores son de género femenino: en total 229.000 mujeres. Que estas trabajadoras dejasen sus puestos sin ocupar implicaría que habría 16.666 establecimientos en todo el país que dejarían de funcionarcorrectamente.
Sanidad
El número de mujeres médicas en el Sistema Nacional de Salud superó al de hombres por primera vez en el año 2010 y, desde entonces, la tasa de profesionales de la salud de género femenino supera al masculino. El informe anual sobre la sanidad publicado en junio de 2017 por el Ministerio plasma que de los 176.655 médicos en ejercicio, 90.982 son mujeres, es decir, el 51,5%.
En España hay 3,8 médicos en la sanidad pública por cada mil habitantes. En el caso de que el total de médicas parase su actividad profesional, aproximadamente 24 millones de personas se quedarían sin la posibilidad de requerir atención sanitaria.
Producción farmacéutica
El 52,7% de los puestos en la producción farmacéutica en el país están ocupados por mujeres. Que ellas no trabajasen durante un año implicaría que más de la mitad de las exportaciones en este ámbito no se produjesen y el importe recaudado cayese.
Los 71.100 empleados de esta industria facturan 10.276 millones de euros al año solo en las exportaciones, según los datos del Ministerio de Industria. Que las 37.500 trabajadoras que componen la plantilla no cumpliesen sus funciones supondría perder el ingreso de 5.420 millones de euros anuales dentro de nuestras fronteras.
Industria de alimentación y bebidas
Suministrar 120 millones de raciones de comida diarias requiere de 525.000 trabajadores de la industria de alimentación y bebidas, según el Ministerio de Agricultura y el INE. El 36,9% de los empleados son mujeres, por lo que al día dejarían de producirse alrededor de 45 millones de raciones.
Justicia
Por cada 100.000 residentes en la región existen 12,6 jueces y magistrados a cargo de un órgano unipersonal. El Consejo General del Poder Judicial cifra en 5.366 total de jueces y magistrados activos en España, de los cuales 2.812 son mujeres.
Teniendo en cuenta la tasa contabilizada por el Instituto Nacional de Estadística, si el 52,4% de las trabajadoras no ejerciesen más sus funciones, alrededor de 22 millones de personas dejarían de estar al amparo del sistema judicial español.
Correos
La empresa pública de postales y correos en España afirma tener entre sus trabajadores paridad total entre géneros, por lo que, de este modo, 25.000 de sus 50.000 empleados son mujeres. Correos gestiona 2.774 millones de envíos que se distribuyen diariamente a particulares y a empresas a nivel nacional e internacional. Sin mujeres trabajando en esta empresa, 1.387 millones de envíos no podrían llegar a manos de sus dueños.
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